Oficios para tiempos inclementes
OFICIOS PARA TIEMPOS INCLEMENTES
Poner al corazón primavera,
al silencio en sombra, palabra viva,
a la amistad cierta compañía,
a la mirada horizontes de vida
y a las manos caricia sentida.
Certeza de que es posible la dicha
en la inclemencia gris de tantos días,
volviendo en memoria los olvidos,
encendiendo la lámpara agradecida
de sabernos uncidos al amor y la ternura.
Oficio de moler el trigo y hacerlo pan,
para compartirlo en la mesa con amigos,
y con la noria del recuerdo hacer río
de aguas bendecidas que serán camino
que nos lleva al alba y a la luz como destino.
Escribir un poema de silencios que no cansan,
componer una música callada que no irrita,
construir un castillo, no de naipes ni de sueños,
sino de afectos que nos blindan contra la ceguera
y nos resucitan cada instante a la esperanza.
Recoger en el aljibe del alma que no olvida,
las aguas de voces y miradas que nos animan,
a saber esperar la cosecha que vendrá sin cenizas,
y dará frutos de tiempos mejores y de dichas
que sólo tímidamente adelantan las definitivas.
Por el Caballero Eclesiástico Ilmo. Sr. D. Miguel Ángel González y García, Canónigo Archivero de la Catedral de Orense. (Abril 2020)
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