Cuando tú oras le hablas a Jesús. Cuándo lees la Escritura es Él quien te habla

| 3 octubre, 2017

El pasado 30 de septiembre celebrábamos la festividad de San Jerónimo, que quiere decir: el que tiene un nombre sagrado. Nacido en Dalmacia en año 342 estudió en Roma y ha sido el hombre que en la antigüedad estudió más y mejor la S. Biblia.

Sus últimos 35 años los pasó San Jerónimo en una gruta, junto a la Cueva de Belén. Varias de las ricas matronas romanas que él había convertido con sus predicaciones y consejos, vendieron sus bienes y se fueron también a Belén a seguir bajo su dirección espiritual. Con el dinero de esas señoras construyó en aquella ciudad un convento para hombres y tres para mujeres, y una casa para atender a los peregrinos que llegaban de todas partes del mundo a visitar el sitio donde nació Jesús.

El 30 de septiembre del año 420, cuando ya su cuerpo estaba debilitado por tantos trabajos y penitencias, y la vista y la voz agotadas, y Jerónimo parecía más una sombra que un ser viviente, entregó su alma a Dios para ir a recibir el premio de sus fatigas. Se acercaba ya a los 80 años. Más de la mitad los había dedicado a la santidad.

La onomástica de San Jerónimo nos permite acordarnos de forma especial en este día de nuestras queridas Hermanas del Monasterio de Santa Paula de Sevilla, Comendadoras de la Orden de Caballeros de San Clemente y San Fernando, tal y como lo hacemos el resto del año, unidos en la oración.

Category: General

Comments are closed.